La inclusión financiera se refiere al acceso y uso de servicios financieros formales bajo una regulación apropiada que garantice esquemas de protección al consumidor y promueva la educación financiera, para mejorar las capacidades financieras de todos los segmentos de la población.
En otras palabras, la inclusión financiera es ofrecer a personas físicas y/o empresas, productos financieros útiles y asequibles que satisfagan sus necesidades. Estos productos o servicios deben otorgarse de manera responsable y sostenible.
Algunos ejemplos de estos servicios pueden ser: transacciones y pagos electrónicos, tener una cuenta de ahorro, solicitar créditos o préstamos, tener un seguro, entre otros.
Es necesario que la inclusión no sea entendida exclusivamente como la apertura de cuentas, cajeros electrónicos o sucursales bancarias en zonas que no habían sido atendidas bajo mecanismos tradicionales. El concepto de inclusión financiera tiene actualmente una mayor dimensión y profundidad, inclusive para la población que ya se encuentra atendida por el sistema financiero.
La industria fintech y en particular el aumento del uso de teléfonos móviles (smartphones), tablets, entre otros dispositivos a nivel mundial, han impulsado la ampliación del acceso a servicios financieros a un costo más bajo y con menos riesgo y no sólo a las pequeñas empresas sino a las poblaciones más difíciles de alcanzar.
Además, la Ley FinTech en México, está basada en los principios de inclusión e innovación financiera. Conoce más de ella aquí.